martes, 23 de diciembre de 2008

La realidad...

Al proyectar la realidad a través de nuestros sentidos se forma una imagen en nuestra cabeza, una figura infinitamente abstracta que, curiosamente, no deja de ser real en ningún sentido. Así también, mediante el análisis de dicho objeto abstracto, nos damos una idea de como funciona la realidad. Creemos, con justa razón, que al someter dicho objeto a las mismas leyes que lo conforman seremos capaces de vislumbrar cientos de verdades acerca de la realidad. Es así como, en un acto de fe, proyectamos de vuelta a la realidad los resultados del análisis de dicho objeto, esperando obtener sólo verdad...
Este objeto es al que yo denomino lógica, sin duda un objeto fascinante. No hay nada en el mundo, a excepción de la misma, que pueda jactarse de ser omnipresente. Entiendo que muchas personas puedan discrepar en este punto y comprendo la mayor parte de las ideas que justifican este pensar. Sin embargo, dando a la lógica la definición anterior, se puede justificar la aseveración de su omnimpresencia.

1 comentario:

  1. Y de nuevo, chaval, la realidad está acá abajo, cerca del suelo. Hasta donde puede todavía tocarla la piel, hasta ahí llega.

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