Hoy te apareciste en mis sueños,
y te vi tan bonita y sonriente
como cada día de aquellos,
iluminaste con tu sonrisa cada
rincón de cada lugar que pude
llegar a soñar que existía,
eras tan brillante, tan majestuosa,
tan perfecta, eras tan tú.
Hoy te colaste en mis fantasías,
de la manera grosera en la que siempre lo haces,
sin razón, sin permiso, sin derecho,
sin preguntar siquiera si te quería ahí,
si me agradaba, si me parecía bien,
si estaba de acuerdo, si me hacía falta.
Hoy irrumpiste en mi mente,
con la altanería por delante
como siempre lo haces,
con ese egoísmo que te hace ver tan segura
tan sapiente, tan perfecta,
con esa soberbia que ayuda a no
darme motivo alguno para no querer que entres,
para negarte que me hace falta,
para no rogar por tu irrupción en mi realidad...
para querer expulsarte de ahí.
Hoy soñé contigo y fue perfecto,
hasta que hiciste conmigo la peor canallada,
y me obsequiaste un reproche
para externarte la próxima vez que te vea:
¿por que carajo me has permitido despertar?
martes, 15 de febrero de 2011
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te amo de todas las formas posibles
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