domingo, 17 de mayo de 2009

Democracia

Hace pocos días, concretamente el viernes 8 de mayo, de manera meramente fortuita me encontré en una situación bastante peculiar. Estuve frente al edificio del congreso mientras se llevaba a cabo la votación que terminaría por arrojar resultados a favor de la nueva ley en contra del aborto, mientras estuve ahí pude observar las protestas de los grupos activistas que apoyaban cada una de las posturas, así como la interacción de los mismos con los legisladores representantes de sus intereses en aquellos momentos. Dejo esta nota como referencia. http://www.milenio.com/node/212291
Hubo cánticos y comentarios condenatorios provenientes de ambos bandos; tanto de las personas que refunfuñaban de lo que ellos decían "un acto que atenta contra la vida", como de aquellas que defendían eso a lo que a través de sus palabras le daban forma de "libre maternidad". Y vaya que es una discusión seria, tan seria que a mí parecía sobrepasarme por completo. Es decir, aunque ciertamente tengo una postura respecto al tema, no creo que mis argumentos puedan demostrar cuál de ellas es mejor o peor, ya que discutir sobre la vida nos remonta a cuestiones filosóficas aún sin respuesta que se han atacado desde tiempos bastante remotos, cuestiones como ¿qué es estar vivo? y ¿cómo alguien pasa de no estar vivo a estarlo? (y viceversa). El punto es que, a pesar de la seriedad del tema, me fue posible distraerme un poco para poder notar la habilidad con la que los políticos involucrados en la discusión recolectaban votos para sus causas futuras; por medio de argumentos estúpidos y banales, la mayor parte de ellos pretendieron ponerse en los zapatos de militantes de aquellos grupos activistas para "compartir su dolor" o "comprender lo sustancial de sus ideas". Qué imagen, gente incapaz de centrarse en buscar una solución a un problema en el que debatían sobre vidas humanas (ya sean mujeres o niños), me dio cierta tristeza pensar que ese es el tipo de gente en el que, aunque sea circunstancialmente, recae parte del destino de muchas personas.
Y aún así me dicen que la democracia es lo mejor, que es "lo más efectivo". La democracia esta pensada para poder perseguir lo mejor para una sociedad en un sentido general. Por desgracia, el concepto de la misma se basa en supuestos que no se cumplen para nuestra cultura inmadura y primitiva, la democracia supone que la gente sabe lo que es mejor para ellos, y aquí, sinceramente, no se piensa en ejercerla de esa manera, no nos detenemos a pensar lo que realmente es mejor, nos vemos idiotizados por el sensacionalismo irresponsable con el que se aborda la política en este paísillo trompetero (no quiero sonar malinchista, de hecho pienso así de la manera en que se maneja el mundo en general); ¡Yo voto por los que no quieren el aborto!, ¡Yo por los que sí!, vaya criterios, ahora resulta que es tan fácil decidir quién es el más apto. Primero se tiene que concientizar a la gente, se tiene que enseñar y aprender lo que es la democracia, y el mecanismo que se implementa para que se concrete. Es por eso que antes de que yo crea en la "democracia" que se profesa en esta sociedad, será necesario reformar muchas cosas desde arriba y, ¿saben que es lo más irónico?, que esta misma situación me aleja de creer en los que están "arriba". Y escribo arriba entre comillas por que mejores no son, al menos no mejores que yo, me es difícil pensarlos arriba en algún sentido, y espero que mucha gente crea lo mismo.
Sinceramente me dan lastima aquellos cretinos que pretenden creer en la democracia al mismo tiempo que la venden o compran como cualquier otro producto; ¡ah, note usted que él es el mejor por que llevó despensas a la gente pobre!. Esa democracia literalmente bañada en oro, en puro cochino materialismo, en intereses momentáneos y, por desgracia, en la explotación de necesidades básicas como fuente de sufragios. En otras palabras, y dejándonos de formalismo, no puedo creer en la democracia de un pueblo (o una especie) que alberga todavía a tantos pendejos, y vaya que son pendejos, pendejos con honores diría yo, y es que hace falta ser de esos para no ser capaces de darse cuenta, o para desentenderse, de lo que sus decisiones le hacen a las demás personas.
No creo en la democracia y eso no me hace menos, ni me hace malo, no es mi culpa no ser parte de la mayoría, no es mi culpa preferir sufrir los "problemas" económicos y sociales un poquito más, no es mi culpa que prefiera apenas poder satisfacer mis necesidades básicas a tener que andar haciendo circo detrás de aquellos que se dicen aptos por ser "buenas gentes", no quiero verme inmerso en este juego de niños queriendo ser grandes, mejor me quedo inmerso en mi amor por aprender y saber, en mi espíritu de poeta y en mi cursi romanticismo, mientras tenga cosas como éstas no habrá crisis que me lastime ni bandos que me quebranten. El hecho de que mis metas no sean para nada materiales me libera completamente de estos problemas, sólo estaré aquí sobreviviendo para intentar comprender el mundo tanto como pueda por que eso para mí vale más que todo el "bienestar" económico que pueda obtener, eso me hace feliz y ser feliz (como en el comercial) no tiene precio.
"Aquellas personas que se dedican a pensar y a disfrutarlo pueden alcanzar lugares a los que no se puede llegar de ninguna otra manera. La gente que no, puede preguntarle a éstas cómo son esos lugares, pero, incluso contando con la mejor descripción, nunca podrán degustarlos en su totalidad."

(Pido disculpas por utilizar palabras tan rígidas en algunas partes, espero que no por eso dejen de verlo sólo como una opinión)

9 comentarios:

  1. Órale chamaco! me agrada esta entrada. Realmente me ha puesto a repensar varias cosas, el tema del aborto es y será un tema controvertido, lo que me impresiona más es como conectaste esto con la política.
    Realmente lo que dices tiene mucho sentido para mí, comparto una buena parte de tus ideas.
    Me alegra que aún con todo eso puedas seguir disfrutando de pensar, de saber y esos placeres que poca gente aprecia, pero que son muy disfrutables y tu lo supiste expresar mejor que yo.

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  2. Mi yogui, me gusto mucho leer tu entrada y tengo ciertos comentarios.
    Muchas veces yo me he sentido de la misma manera que tú: la discusión es tan seria, que me sobrepasa por completo. Si en mi persona estuviera el poder de elegir si la lay anti-aborto pasa, o no, me costaría muchísimo decidir (si es que al final tomo una desición). Lo mismo sucede cuando me pongo a pensar en la pena de muerte, la eutanasia, parejas homosexuales con hijos, y un extenso etcétera.
    Por lo general, cuando me asaltan ese tipo de pensamientos, me gusta pensar que la gente que toma esas decisiones es gente preparada, leída en temas de ética, sociología, psicología y que posee un conocimiento amplio y total para tomar la mejor decisión. Sin embargo, como tu lo explicas muy bien en tu entrada, estas ideas mías estan bein alejadas de la realidad que tenemos como sociedad. Es bien sabido que los votos para pasar estas leyes se hacen por bloques partidistas, deudas de favores y compadrazgos.
    Ahora, es claro que estamos lejos de que nuestros líderes (desde el nivel local hasta el mundial) sean capaces de generar leyes que protejan a los ciudadanos de una manera plural y que nos den libertad, basados unicamente en sus conocimientos; pero por eso existe la democracia. Por ejemplo, en este tema de la ley anti-aborto ¿No crees que lo más "democratico" sería que cada diputado investigara qué es lo que prefiere la gente que viva en su distrito y que votara según la mayoría?
    También esta la otra opción, que existe en varios paises: Que los ciudadanos vayan a votar para poder aprobar o rechazar este tipo de leyes.

    A fin de cuentas, creo que lo mejor que pueden hacer los representantes por el pueblo (y lo peor que pueden hacer por ellos) es educarlo. Afortunadamente nosotros tenemos la oportunidad de ir a la escuela y aprender sobre la libertar de comprender que nuestro deber como ciudadanos va más allá de elegir a Perengano porque nos regalo la despensa, pero desgraciadamente en México la mayoría de la gente vive en una realidad muy distinta, de la que no se puede salir tan facilmente.

    Saludos

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  3. ...y se reía con la melancolía que le da la razón a la tristeza...
    Indudablemente, muchacho, estos asuntos de vender y comprar gente son viejos. Lo que sorprende es que después de tanto tiempo no les llamemos comerciantes en vez de gobernantes.
    Pensándolo bien quizá no sea para sorprenderse tanto. Quizá tendríamos que ver esta organización como la inmadurez pasajera del desarollo de la humanidad -cuya adolescencia ha durado demasiado-. Yo estoy de acuerdo en que hemos demostrado sistemáticamente no estar listos para las utopías en las que tanto nos gusta pensar, pero por favor, vamos a convencer al mundo de que la revolución francesa ya tendría que estarnos viniendo a la medida.
    Ahora se que todas las veces que he dicho "no voto porque no creo en la democracia" y he tenido que corregir "en esta democracia" y me han preguntado por qué, tendría que haber mencionado esta entrada en vez de mi contundente e incompleta respuesta: sirve para lo que se quería usar hasta que comienza a usarse.
    Lo importante, sin embargo, se cuela fuera de la discusión del aborto o de la democracia vista como golosinas envenenadas que se le dan a las bestias. Lo importante es la reafirmación de los objetivos de la vida -la nuestra, la de nuestra cuadra- y de las características que te hacen pertenecer al clan, a la burbuja, al submundo. Lo importante es lo que se dice sin que sea lo principal, lo que se dice por inercia pura, el andamiaje... Lo importante es la defensa de la postura propia y más: que en la delimitación del grupo que forma "mi gente" -y la tuya- se huele cierta lástima porque mi gente no pueda ser toda la gente y eso nos libra de la xenofobia.
    Quién lo habría dicho, DonYoguiberto, que iba a acabar encontrándolo al fin tan Capitán de su calle -que es mía también- tan almirante cabrón como cualquier otro, pero llorando en secreto -también como cualquier otro- el dolor de tener que despertar del sueño de llamarse peter pan.
    Por una república feliz, salud.

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  4. Primero, decirte que entiendo los problemas de la "democracia", que tan bien describes, decirte que entiendo y comparto algunos de tus sentimientos.

    Ahora dejame divagar hablando del lado positivo de las cosas, el lado positivo del "sistema de gobierno" que creo que existe en México, en este ejemplo concreto del aborto.

    Para empezar, mi opinión del tema. La ley está tratando de evitar un hecho: la muerte de las mujeres que sufren complicaciones por abortar clandestinamente. Legal o ilegal, esas mujeres van a abortar, y se van a morir si no procuramos condiciones. Muchos de los que son a favor de la vida (no simpatizan con el aborto) son a favor de la vida de esas mujeres, donde "vida" está usado en el sentido más práctico y menos filosófico de la palabra.

    Y asi como tu y yo, la gente habla del tema y comenta, unos con una capacidad que "nos supera" y otros con argumentos simples, unos hablan en foros, otros conversan en el cafe, en la iglesia, en el trabajo. Lo importante de "la democracia" es que podemos compartir y expresar ideas. Democracia no es el político que compra votos, eso es una degeneración de la teoría "ideal", que ambos creemos que se debe a la educación del pueblo y a la naturaleza del hombre. Pero hasta ahora es lo mejor que se nos ha ocurrido para intentar convivir. Sistemas no democráticos no dejan liberar las penas de las minorías y ahi se friega el asunto. Por otro lado, al final, como en los cuentos de hadas, yo creo que siempre triunfa "lo mejor para todos". Si todos estuvieran mal, no haría sentido seguir viviendo de esa manera, sin nada que perder, todo mundo comienza a tener ideas de algo mejor.

    Y el último punto, no pensar en la "democracia" como algo abstracto en el mundo de las ideas, o como un político dando un discurso, sino como un reflejo de lo que somos como sociedad, un reflejo de como yo convivo con las otras personas en el día a día.

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  5. Lo que escribes es pura poesia. La verdad tanto la sociedad como la politica son la mayor farza del mundo. Neta que tu trabajo me inspira

    A y por cierto, soy a migo de tu hermano, Eduardo AKA Josh Camacho.
    Que bueno que me recomendoo que te leyera

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  6. ¿Y que tal si ahora mismo creo que no tiene sentido seguir viviendo así?... ¿que tal si en este momento soy de esa minoría que la democracia nunca toma en cuenta, la que no cree en ella?, ¿crees tú que para mi ahora tenga sentido "vivir" (en el sentido más filosófico y menos práctico de la palabra) así?

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  7. Vivimos en una nube de pedos, decía Pinti. Quizá tenga razón, pero si me dan a elegir, me quedo con Cabral: "... y por temprano que te levantes, a donde vayas, ya está lleno de pendejos".
    Lo que hay que hacer, chaval, es "despojarse de la basura invisible que se enreda en nuestras ancas", no tratar de salir de la cagada sino chapotear en ella, embarrarse de ella, meterse su olor en los pulmones, comérsela, encontrar en ella la claridad circunstancial de la miopía y hacerla propia. Entonces, sólo entonces, estarás libre de utopías y podrás tener, como yo, un sentido común de primera calidad: un olor de pies insoportable. Veras...
    De la verga de un pendejo y de la vulva de una puta nació la pendejez hecha persona.
    A los dos les hizo mucha gracia que no heredara lo mejor de ninguno, porque así no perdían ni una pizca de su ilusoria superioridad.
    Y creció la pendejez y se hizo grande y nos dió sombra. Nos enseñó a tirarnos pedos para reparirla en los suspiros silenciosos de los intestinos y, sin embargo, nosotros, los hombres del horizonte en las pestañas, nos fuimos al mar y ahí la emburbujamos y la erosionamos. Logramos despojarla de su caracter imperativo y egoísta y nos fuimos. Pero jamás logró desenredarse su olor de nuestras patas. Y así, por eso, cuando corremos -y más cuando volamos-, desde el suelo, nos llueve polvo de cagada.

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  8. "Esto es libertad de expresión...", dijiste refiriendote a este comentario. Ahora que lo veo, y que lo degusto, me he convencido de que puedo afirmar con certeza que...
    NO SÉ SI REALMENTE SEA LIBERTAD DE EXPRESIÓN. Pero cuando uno lee cosas como ésta, basta para estar contento saberse testigo de un pequeño trozo del arte que emanas a chorros (aunque a veces sean chorros de pipí y chorros de popó).

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  9. Aja, parece que por ahora el 'sentido' de tu 'vida' es ser un representante (digno) de los que no creen en la democracia, donde sentido y vida están en su forma práctica y no filosófica.

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